Bueno, después de más de 10 años, mi amigo Stefano, italiano, me ha encontrado.
El mundo es un pañuelo.
Hicimos gran amistad en uno de mis viajes a Italia, y él nos visitó en dos o tres ocasiones, siendo para mi familia como otro hijo. Perdimos el contacto, y gracias a una amiga suya ¡¡¡gran detective!!, me ha vuelto a localizar.
Increible que después de tanto tiempo, aún nos recuerde, e Italia y España vuelvan a unirse con lazos de amistad.
Si se quiere el mundo es pequeño, y si se quiere, una pequeña ciudad o incluso un barrio puede resultar enorme si nos se quiere volver a ver a alguien.
Para la amistad de verdad no existe ni tiempo, ni distancia, ni diferencia de lengua ni cultura.
Bienvenido Stefano y familia de nuevo a España.
martes, noviembre 04, 2008
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)